Me comenta Cristina que en Octubre, a mediados, vamos a ir a Barcelona a Iberzoo a vender nuestros collares. Eso está bien, pero... ¿me llevarán?
¿Porqué será que me huelo que como siempre en estos casos me van a dejar en casa?. Yo me porto bien, lo mejor que se, pero Cristina dice que no paro de dar la lata. Eso no es cierto, los Schnautzer como yo somos muy tranquilos y solemos dormir si no nos hacen caso. Claro que si todo el mundo se pone a hacerme mimos en una feria no me voy a estar quietita.
Si encima pretenden cortarme el pelo, como hicieron en Propet, menos aún. Yo soy hippy, quiero dejarme la melena larga. No me gusta el peine. ¿porqué la hija adolescente de Cristina puede hacer estas cosas y yo no?
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