jueves, 14 de febrero de 2013

Ventanilla del coche

Hoy me gustaría hablar de la ventanilla del coche, de lo mucho que me gustaría que me dejasen sacar la cabeza y de porqué me tengo que aguantar que no me dejen hacerlo.
He oído toda clase de teorías de porqué nos gusta a casi todos sacar la cabeza y notar el aire en el hocico:
  • Saludar a la gente y a los perros que nos cruzamos. Esto lo pongo bastante en duda. En mi caso, con las ventanillas bajadas lo que suelo hacer es ladrar y gruñir a quien no me gusta, pero nunca me ha dado por mover el rabito de ilusión por cruzarme con algún congénere o humano.
  • Hay quien opina que es para chulear de que "a mi me dejan" y que otros vean que disfruto de la libertad: otra soberana bobada.
  • Tonterías relacionadas con rituales de perros olores, etc.
Yo me pregunto, estos humanos que cuando llega el buen tiempo y bajan la ventanilla, sacan el codo y ponen la música ¿obedecen a alguna de estas tontas razones? o simplemente disfrutan del tiempo, de la sensación impresionante del aire contra la cara y la libertad.

Un paso más allá son los conductores de coches descapotables. Ya, ya lo sabemos, son unos chulitos presumidos que van en plan engreído con la ventana bajada.  Esto es una afirmación gratuita y llena de envidia.

Yo creo que es simplemente que nos encantaría a todos poder volar como las aves y recibir el viento contra la cara. Pero somos animales terrestres. Los humanos han encontrado un substituto como el ala delta o los aeroligeros. Nuestra mejor aproximación es la ventana.

Una vez dicho esto, amigos míos, no se puede hacer porque:
  1. Te puedes dejar la cabeza contra algo o alguien.
  2. Puedes salir volando y hacerte daño. Aunque vayas atado con tu arnés y tu cinturón un frenazo te puede romper una pata o darte una castaña en el morro de las buenas
  3. Está prohibido. Pueden multar a tu familia.
Yo no lo hago casi nunca. Sólo, en una urbanización cerrada, despacito, con el arnes, el cinturón y alguien de la familia abrazándome me dejan 5 minutillos o menos. Siempre, el que conduce está atento. 
¡Es un pequeño pecadillo! 
No podemo evitarlo, nos han encontrado estas fotos que hemos encontrado paseando por internet 

 

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