Hoy he acompañado a Cristina a una sucursal de Bankinter a buscar no se qué papelito que necesitaba y no nos han dejado pasar. Al principio Cristina ha pensado que era un problema con las lucecitas y los objetos metálicos ("deje sus objetos metálicos antes de pasar"), pero no, lo ha visto, había un cartelito de perros no.
Obviamente nos hemos enfadado y nos hemos ido, en otros bancos nos dejan entrar (por ejemplo Banesto o Banco de Sabadell) y Cristina estaba dispuesta a hacer boicot al banco.
Nos molesta porque no dejarme pasar significa que piensan que somos ama y perra maleducadas: si yo no supiera comportarme no me llevaría un amo educado a un sitio así. Yo me porto mal en los sitios que hay comida y pido a todo el mundo, así que Cristina no me deja ir. Pero en un banco, tienda, etc... estoy quieta y callada. No marco, no gruño y no muerdo ¡Faltaría más!
Soy pequeña e iba en brazos, luego de lo anterior podemos eliminar de sus sospechas todo menos el gruñido y el ladrido. Lo de morder después de su antipatía me lo voy a pensar. Nos han visto perfectamente así que han visto una mini perrita en brazos de su ama y no nos han abierto la puerta.
Realmente algunos humanos necesitan que les hagan una revisión de cerebro. Se han vuelto tan finos y urbanitas que les molesta el contacto con los animales. ¡Si fueran conscientes de lo mucho bueno que podemos aportar a sus vidas!.
No pienso volver a esa sucursal. Se que a Cristina le viene bien y tendrá que volver en algunas ocasiones, pero espero que sean las mínimas. Lo siento, la quiero mucho pero no la voy a volver a acompañar, no me gusta que me llamen sucia.
No tengo ahorros - ni paga - pero no se la dejaría, no.
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